La rebelión militar venezolana de 1992 era
inevitable como lo es la erupción de los volcanes; no se decreta una rebelión
de ese tipo, en ese momento lo recuerdo imperecedero a los jóvenes militares y
civiles de las rebeliones de 1992, 4 de febrero y 27 de noviembre de aquel año que
quedará para la historia.
Caracas, 3 de febrero de 2015.- Entre los
días 3 y 4 de febrero de 1992, una agrupación informal dentro de las Fuerzas
Armadas, conocida como Movimiento Bolivariano Revolucionario 200, emprendió una
acción denominada "Operación Zamora", liderada por el comandante Hugo
Chávez Frías.
Este acontecimiento que marcó nuestra
historia, fue el punto de partida de confluencia de dos épocas; la una
Venezuela en la decadencia de un régimen político, que reclamaba un reemplazo
ante el fracaso de un sistema inoperante y nefasto, al mando del entonces
presidente Carlos Andrés Pérez, y la otra la Venezuela socialista concebida por
el ideario del Bolivariano, enrumbada a concretar el proyecto de justicia,
equidad e inclusión social, aquel 4 de
febrero, cuando el pueblo de ese entonces no soportó más el peso de sus propios
descalabros, y sucumbió, para dar fin a un período nefasto en el que se
perdieron muchas posibilidades de hacer una Venezuela distinta, que fue marcada
por el puntofijismo, de democracia representativa corrupta y decadente,
fundamentada en un régimen de partidos, guiado por dirigentes enriquecidos por
el manejo manirroto de los fondos públicos y que habían convertido a la masa
venezolana en víctima de los malos manejos en la economía, con la confabulación
de entes extranjeros.
Estaban dadas las condiciones para arrancar
un nuevo período, que en 1999 significó el inicio del actual proceso
revolucionario bolivariano, que guiado por el ideal del socialismo bolivariano
del siglo XXI, conduce al país hacia la materialización de un nuevo orden
socioeconómico, de justicia, equidad e inclusión de las masas, que
históricamente fueron privadas de las grandes realizaciones, a causa de una
mala distribución de la renta petrolera.
La campanada de alerta que efervesció los ánimos
para los nuevos tiempos resonó fuerte ese 4 de febrero de 1992, con el inicio
de un conjunto de acciones que llevaron al comienzo del inevitable proceso
histórico que hoy vive nuestro país. Pero el deslinde se aleado por la acción
del 4 de febrero de 1992 se inscribe ya en nuestra historia como el agua
divisoria de la marcha del pueblo venezolano de un viejo sistema ya
inconveniente.
Hoy más que nunca, es necesario mantener el
aplomo y defender el legado del Comandante Hugo Chavez, porque es un nuevo
inscrito en el ideal del socialismo para los nuevos tiempos, que catapulta la
Venezuela capitalista de ayer, y fortalece la Venezuela socialista de hoy.
Facilitadoras
Mer28
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