Como
lo es ya una tradición desde hace muchos años, este 6 de Enero
cientos de feligreses se trasladan desde diversas partes del país
para venerar al Santo Niño de la Cuchilla, por los favores
concedidos. la celebración es sin duda alguna la manifestación
religiosa más importante de la Región Andina; particularmente
constituye para el pueblo zedeño el encuentro de peregrinos, un
honor y homenaje, pero también la fiesta en la que los presentes le
reafirman su fe y le piden nuevos milagros, encomiendan sus acciones
para lograr muchas cosas durante el nuevo año, las personas
comenzaron a subir desde muy temprano: son varias las maneras de como
cumplen sus promesas, hay quienes suben la cuesta de la Cuchilla
caminando descalzos, otros orando, cantando, quemando pólvora, en
familia; expresiones hacia un solo reflejo, una sola demostración de
la más grande devoción y admiración para con el Santo
Milagroso.Luego de haber culminado la misa en la iglesia Nuestra
Señora de Las Mercedes, cerca de las 10 de la mañana, el Niño fue
sacado y llevado en procesión por el centro de la localidad. Los
creyentes se fueron sumando a la peregrinación que transitó por la
cuesta, camino empedrado hacia la comunidad donde se encuentra su
Santuario, devotos le esperaban en el trayecto y finalmente quienes
le cargaban, arribaron al Campo Santo, en la plazoleta fue oficiada
la misa y festividad del Niño de la Cuchilla. La sagrada palabra fue
oficiada por Monseñor Luis Enrique Rojas, Arzobispo de la
Arquidiócesis de Mérida, le acompañaron varios sacerdotes de los
templos de los distintos municipios de la Sultana del Mocotíes,
asistieron a la solemnidad las autoridades locales encabezadas por el
alcalde Raúl Darío Martínez, y el protector de la entidad Jehyson
Guzmán.
La imagen fue ubicada en la parte superior del altar la cual pudo ser observada por los presentes, además la homilía fue trasmitida por varias estaciones radiales.
María Quintero viajó desde Caracas a cumplir su promesa, contó que tiene más de ocho años de estar asistiendo a la celebración y en esta ocasión aprovecho para pedir por la paz y reconciliación del país. Asimismo, Petra Molina otra de las fieles presentes, contó que en familia le agradece al Niño de la Cuchilla por los favores concedidos. Aprovecho para renovar su fe y encomendarse en sus senderos. Carlos Moncada, se le vio feliz durante la santa misa oficiada sostuvo que ese es su Santo confiable, aseguró que a él le debe parte de su buena salud.
Así como al cerro de la Cuchilla van personas a pagar promesa, otras asisten a recargar sus energías espirituales, entre ellas un grupo de habitantes de Guaraque y los Pueblos del Sur de Mérida quienes partieron caminando desde el viernes por la noche.
El alcalde de Zea, Raúl Darío Martínez sostuvo que la devoción cada día es mayor, la oración de todos permitirá que el Niño pueda continuar iluminando a todas las familias.
"Adquiere esta fiesta religiosa una significación muy particular, pues nos hace vivir una experiencia, un reencuentro de lo que tanto anhelamos como lo es la felicidad, la paz y la hermandad de los unos para con los otros”.
La imagen fue ubicada en la parte superior del altar la cual pudo ser observada por los presentes, además la homilía fue trasmitida por varias estaciones radiales.
María Quintero viajó desde Caracas a cumplir su promesa, contó que tiene más de ocho años de estar asistiendo a la celebración y en esta ocasión aprovecho para pedir por la paz y reconciliación del país. Asimismo, Petra Molina otra de las fieles presentes, contó que en familia le agradece al Niño de la Cuchilla por los favores concedidos. Aprovecho para renovar su fe y encomendarse en sus senderos. Carlos Moncada, se le vio feliz durante la santa misa oficiada sostuvo que ese es su Santo confiable, aseguró que a él le debe parte de su buena salud.
Así como al cerro de la Cuchilla van personas a pagar promesa, otras asisten a recargar sus energías espirituales, entre ellas un grupo de habitantes de Guaraque y los Pueblos del Sur de Mérida quienes partieron caminando desde el viernes por la noche.
El alcalde de Zea, Raúl Darío Martínez sostuvo que la devoción cada día es mayor, la oración de todos permitirá que el Niño pueda continuar iluminando a todas las familias.
"Adquiere esta fiesta religiosa una significación muy particular, pues nos hace vivir una experiencia, un reencuentro de lo que tanto anhelamos como lo es la felicidad, la paz y la hermandad de los unos para con los otros”.
La
imagen del Santo tiene más de 160 años en su aldea, según relatos
de antepasados los cuales están documentados, indican que lo
trajeron dos hermanas de la caridad que venían a visitar a una
familia la misma habitaba en ese lugar, le traían algunos obsequios,
otorgándoles entre estos el más preciado, una imagen del Niño
Dios.
Al marco de divinidad que difunde una imagen de alabastro, de aproximadamente diez centímetros, personifica al Niño recién nacido, recostado en una piedra con el mundo en la mano y la cabeza reclinada sobre el brazo derecho como si estuviera durmiendo, quienes hacen vida en la capilla de la Cuchilla le cuidan y adoran por siempre. Integrantes del comando unificado, integrado por: los funcionarios del Cuerpo de Bomberos de Tovar, Policía, Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Milicia Bolivariana, Brigada de Emergencia Mocotíes, Brigada de Rescate Gente Unida, y voluntarios, resguardaron y acompañaron el ascenso y estadía de las personas.
Al marco de divinidad que difunde una imagen de alabastro, de aproximadamente diez centímetros, personifica al Niño recién nacido, recostado en una piedra con el mundo en la mano y la cabeza reclinada sobre el brazo derecho como si estuviera durmiendo, quienes hacen vida en la capilla de la Cuchilla le cuidan y adoran por siempre. Integrantes del comando unificado, integrado por: los funcionarios del Cuerpo de Bomberos de Tovar, Policía, Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Milicia Bolivariana, Brigada de Emergencia Mocotíes, Brigada de Rescate Gente Unida, y voluntarios, resguardaron y acompañaron el ascenso y estadía de las personas.
Ana Chacón
Facilitadora
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