13 de Abril de 2002, el día del retorno del lider y del fin de una contrarevolución
el 13 de abril de 2002 se alzaron y lograron que Hugo Chávez retomará de nuevo el poder y se mantuviera como jefe de Estado durante los siguientes diez años. 
Poco duró el gobierno de facto presidido por Pedro Carmona Estanga, 
autoproclamado el 12 de abril. Poco duró la implementación del llamado 
Decreto Carmona, que incluía entre otros aspectos, la derogación de la 
Constitución de 1999 y la disolución de los poderes públicos. Poco duró la celebración de los “sectores golpistas” que dos días antes habían derrocado al gobierno de Chávez, un hecho inédito que tambaleó al proyecto revolucionario y que marcó el devenir de esta política. 
Todo comenzó el 11 de abril de 2002 cuando una marcha convocada por 
la oposición, que en principio se realizaría entre Parque del Este y 
Pdvsa Chuao, fue desviada hacia el Palacio de Miraflores, con el 
objetivo de presionar a Hugo Chávez para que renunciara al poder. 
Esta movilización se encontró en Puente Llaguno con una avalancha de 
chavistas, convocados por el entonces alcalde del municipio Libertador, 
Freddy Bernal, como contraofensiva, lo que derivó en manifestaciones, 
disturbios, focos violentos, muertos, heridos, detenidos y en un golpe 
de Estado. 
La toma violenta y repentina del poder político se concretó a las 10 
de la noche de ese 11 de abril, cuando se interrumpió la señal de 
Venezolana de Televisión, canal oficial del Estado, y comenzaron a 
transmitirse informaciones que anunciaban la salida del poder de Chávez. 
Luego vino la autoproclamación de Pedro Carmona Estanga como 
presidente de facto el 12 de abril. Mientras un sector de la población 
celebraba, un total de 3.757.773 votantes que reeligieron a Hugo Chávez 
como Presidente en julio de 2000, comenzaron a preocuparse no solo por 
el destino de la nación, sino por el paradero de quien es considerado el
 líder de la revolución bolivariana y creador del socialismo del sigo 
XXI. 
Para ese momento, Chávez se encontraba preso en el Apostadero Naval de Turiamo. Sus seguidores dudaban de su renuncia, y  espontáneamente comenzaron
 a congregarse durante la mañana del 13 a las afueras de la Brigada de 
Paracaidistas en Maracay, otro grupo en la autopista Valle-Coche, en los
 alrededores de Fuerte Tiuna y, poco a poco, en las afueras del Palacio 
de Miraflores. Todos con una misma exigencia: “Liberen a Chávez”.
Todo este movimiento popular había sido silenciado por los canales de
 televisión. En su lugar, se limitaron a la transmisión de dibujos 
animados. Solo algunos medios comunitarios como Catia TV y Radio Perola 
(de Caricuao), al igual que la emisora Fe y Alegría 1390am transmitían 
lo que estaba sucediendo, sacando al aire llamadas de quienes confiaban 
en el regreso de Chávez. La incertidumbre se había convertido en determinación.
Aproximadamente a las 3 de la tarde del 13 de abril, unos cinco 
helicópteros aterrizaron en la cancha de fútbol de la Base de Turiamo. Su objetivo era trasladar a Hugo Chávez hasta la isla de La Orchila.
Unas horas antes, Chávez, en el puesto de enfermería de la base, 
había logrado escribir en una hoja blanca un mensaje: “Yo, Hugo Chávez 
Frías, venezolano, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, 
declaro: No he renunciado al poder legítimo que el pueblo venezolano me dio. ¡¡Para siempre!! Hugo Chávez Frías”.
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